BIOARQUITECTURA CONSCIENTE

Establecer elecciones equilibradas entre lo construido, el medioambiente, en entorno y personas que habitan estos espacios.

El espacio en que vivimos es tan importante como lo es nuestro cuerpo, puesto que tienen una gran influencia en nuestras emociones y en el bienestar.
Un espacio se diseña en función de las personas que lo habitarán, en coherencia con entorno y con posibilidad de adaptarse a los cambios que atraviesa una persona o familia en distintas etapas de la vida.

Cada ser humano es un modelo de BioArquitectura en sí mismo, nuestro cuerpo, a través de la postura y los gestos, incluso a través de bloqueos de movimiento y enfermedades, expresa nuestra historia de vida y las emociones que nos atraviesan. Podemos ayudarlo, manteniéndolo limpio por fuera y por dentro, cultivando una mente clara y calma.


La postura y los pensamientos influyen en el bienestar tanto como influye el ambiente emocional del entorno.
La neurociencia comprobó que, incidiendo sobre la postura corporal y gestual, se mejora la salud física y mental.
Nuestra casa, al igual que el cuerpo, influye en nuestro bienestar, por lo que debemos pensar espacios que potencien la creatividad, los talentos, la comunicación y fomenten la calma y la alegría. Debe haber espacio para replegarnos y debe abrir su corazón, con espacios para la expansión y el encuentro saludable y amable, debe ser funcional a la vez que acogedor y adaptable.
Debe invitarnos al movimiento, puesto que sin él, no hay vida.

La casa, como el cuerpo y la mente, debe ser flexible y adaptarse cada etapa y a cada habitante.
Sus pies bien plantados en la tierra te invitan a integrarte a la naturaleza, ya sea que pueda expandirse al exterior o creando espacios vivos en el interior.

La casa como laboratorio de experiencias y emociones.

Info x mail
Síguenos en
¿tienes preguntas?
acceder a classes
Prueba una practica online o pide información